Calzadas y puentes
La necesidad de conquistar y gobernar los territorios conquistados impuso al Estado romano la puesta en práctica de un esfuerzo constructivo ingente. Este esfuerzo no fue tan intenso y constante como en la construcción y la conservación de una tupida red de caminos que uniera con Roma los lugares más recónditos del Imperio.
La calzada
es el más importante de todos los tipos de vías romanas. Su anchura era de cinco o seis metros, por lo que dos carros se podían creaban sin problemas, y tenían aceras. Estaban construidas a conciencia, de medio metro de profundidad, compuesto por cuatro capas de materiales diferentes. La parte superior estaba formada por losas. Las distàmcies señalaban con unas pequeñas columnas de piedra, clavadas en el suelo cada mil pasos, llamadas miliarios. En estas columnas figuraba la distancia recorrida y el nombre del emperador también le daba el nombre.
En el foro de Roma se encontraba el miliario Zaro, del que salían todas las calzadas importantes. De ahí el proverbio "todos los caminos llevan a Roma". A lo largo de las calzadas importantes había unas paradas llamadas mansiones. La situación de estas paradas estaba indicada en los primerstius mapas e itinerarios.
Principales calzadas romanas
Las primeras calzadas que hubo en territorio latino datan de mediados de la época republicana: la vía 'Apia, iba desde Roma hasta el sur del mar Adriático. La Flaminia hacia el norte del Adriático. El Aurelia unía Roma con la Provenza ... Durante el Imperio, Hispania, el mayor impulso en la construcción y la conservación de calzadas se debe a los emperadores Augusto, Traja y Adrià. En la Península, la más importante era la que iba desde los Pirineos, por la costa continuaba por Valencia y después se adentraba hacia el interior. A partir de Augusto, comenzó a ser llamada vía Augusta. Eran calzadas de primera categoría que unía Astorga con Mérida, conocida con el nombre de vía de la Plata o la que iba desde Tarragona hasta Zaragoza y Astorga.
Los puentes
Los romanos desarrollaron más que ningún otro pueblo de la antigüedad la técnica y la belleza de los puentes. Sus calzadas no se detenían ante los grandes ríos. Desde la construcción del primitivo puente de madera sobre el Tíber, del que cuidaban los pontífices, a lo largo de los siglos los romanos desarrollaron una ténica que hoy todavía es admirable por su perfección y solidez. La base del puente era un arco profundo, una vuelta corta de medio cañón, de bloques de piedra, sin argamasa en las junturas. Encima de él hvia una calzada plana, de cinco metros de ancho, con aceras. Ha persistido hasta el siglo XX. En España destacan los de Mérida, Alcántara, Córdoba y Salamanca.
Acueductos y alcantarillado
Los romanos tuvieron mucho cuidado en todo él que se refería al de agua para las ciudades y al sistema de desagüe y de alcantarillado. Desarrollaron tèniques aprendidas de los etruscos. En las casas rurales y en las urbanas unifamiliares el consumo de agua estaba asegurado los pozos y las cisternas del agua de la lluvia recogida en el impluvium.
Esta solución no era suficiente para los barrios formados por insulae, para las numerosísimas fuentes públicas, para la gran cantidad, públicos ni privados, ni para poder controlar los frecuentes incendios.
Los acueductos
Se construían enormes depósitos a la entrada de las ciudades, provistos oer medio de acueductos que captaban las aguas de los ríos, de las fuentes, de los pantanos artificiales, que podían estar situados a muchos kilómetros de distancia.
Los acueductos consistían en nun canal con las paredes impermeabilizadas que avanza a ras de suelo, pero que tenía que salvar grandes desniveles. Los romanos inventaron un tipo de puentes de varios pisos de arcadas, construidos con piedra, otros vagado con opus mixtum, sobre los que pasaba el agua por un canal estrecho. Roma estaba provista por quince acueductos.El acueducto más antiguo del Estado Espanyol es el de las Ferreres, en Tarrrgona, y el más monumental es el de Segovia, que hace más de treinta metros de altura en la parte central.
El sistema de alcantarillado
La gran cantidad de agua que se consumía en las ciudades romanas se desaguaba por un nsistema de alcantarillado muy completo. La red de galerías subterráneas, reforzadas con bóvedas de medio cañón, coincidía con las de las vías urbanas. Las aguas utilizadas en las casas, las termas y las fuentes. Solían ir a parar a un río cercano, si eran ciudades costeras. Las primeras cloacas del mundo romano fueron construidas en la capital durante la época de los etruscos.
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